ALUMNOS Y ALUMNAS DE 5ºB DEL CEIP LA FLOTA (MURCIA)



UN DÍA MICROSCÓPICO. CAPÍTULO FINAL

Una vez acabado el recreo, cada grupo de niños volvió a su aula. Al llegar a la misma, los niños y niñas de 5ºB se dieron cuenta de que faltaban cuatro compañeros y el profesor. Rápidamente fueron a llamar a la directora, Dña Ana y le contaron lo que pasaba. Todos juntos los buscaron por todos sitios, en el gimnasio, en el patio, en la biblioteca, etc. Pero no los encontraron.
Una niña de pronto se acordó de los incidentes que habían pasado en el laboratorio y se lo dijo a la directora y allí que fueron, pero no vieron a nadie.

Elena y los demás los vieron entrar y comenzaron a gritar.
-¡Socorro!, ¿Estamos aquí!
¡¿Ayuda!

Pero no los oían..




Poco después, los cuatro niños y el profesor empezaron a luchar con los virus. Un grupo de virus, capitaneados por el Rey Pestus Asquerosus aparecieron por atrás y los atraparon en una jaula.




Entonces los virus se quitaron un disfraz y resulta que eran extraterrestres del planeta Majarimá, los cuales sacaron de su bolsillo un Spray y, mostrándoselo a los cautivos, les contaron su plan: ¡Hacer pequeño el Mundo con ese Spray !.

Elena les preguntó:
- ¿Para qué queréis hacer pequeño el mundo?
El Rey Pestus les dijo (en el idioma Majarimiano)
- ‘Pa daale de comé a mi Chucho enoome.’
- ¿Dónde vive tu perro? Dijo Ismael.
- ‘En uno de los cié panetas de univeso.’



Mientras tanto, en el colegio los niños y la directora seguían buscando a los niños, con la gran fortuna de que entraron en el laboratorio de nuevo y pisaron a los majarimianos dejándolos inconscientes, solo el Rey pudo escapar.





En el mundo diminuto, los niños consiguieron escapar de la jaula y como sabían que solo los extraterrestres podían saber dónde se escondía el Rey, metieron a todos los súbditos en la jaula y les obligaron a confesar.
-Dínoslo, bicho asqueroso, ¿dónde se esconde el Rey? Dijo Fernando.
-¡Jamás deshonraré a mi rey!. Respondió el súbdito.

 Entonces Elena empezó a cantar…. Pero, en vez de hacerse grandes, cada vez se hacían más pequeños.
-¿Vale, vale, lo diré, pero no cantes más!
Y Elena dejó de cantar.

-Está escondido debajo de las canastas del Gimnasio.



De manera que la ‘mosca figurín’ los llevó hasta allí y encontraron al rey.



Al poco rato, en el mundo del colegio, la directora junto a los demás chicos llegaron al gimnasio en su afán por buscar a los niños y el profesor.
Se acercaron a la canasta donde se encontraban los perdidos, tan cerca que casi los aplasta a todos, pero con la mala fortuna de pisar el Spray reductor.
Una gran nube roja, pero de un rojo granate empezó a extenderse por todo el gimnasio, salió por las ventanas y empezó a expandirse por todos los lados hasta que ocupó todo el planeta dejándolo del tamaño de una bola de chicle.

En ese momento, salió ‘Chucho’ de un agujero negro del espacio, donde vivía en una mansión de Chuchulandia y se lo comió todo.







D. Alberto, al ver el problema dijo.
- Volvamos al laboratorio a buscar la nave espacial. Es la única forma que tenemos de salir de ‘Chucho’.








Tomaron la nave espacial y buscaron una salida en la anatomía de ‘Chucho’,
y claro, solo hay unos cuantos agujeros por los que salir y salieron. (Cada cual que piense por donde).

Cuando ya estaban fueran, volvieron a interrogar al Rey Pestus para que les dijera como podían hacer volver todo a su tamaño, y de nuevo volvieron a cantar, pero el rey se iba encogiendo y no soltaba prenda hasta que casi desapareció.
 Entonces les dijo que lo primero que tenían que hacer era sacar al mundo de la barriga de ‘Chucho’.
– Tenéis que usar el Spray de pimienta que hay en el segundo cajón del cuadro de mandos.

Al hacerlo, ‘Chucho’ pegó tal estornudo que no solo salió el mundo por su nariz, sino que los sopló tan fuerte que casi pierden el control de la nave.
Por su lado, el Rey, a consecuencia de la canción se iba haciendo cada vez más pequeño y más pequeño hasta que desapareció del todo.
-Madre mía, ¿ahora qué hacemos? El Rey no nos ha dicho como devolver todo a su tamaño, y ya hemos visto que la canción no aumenta, sino que reduce el tamaño.- Dijo Elena.
Todos se pudieron a pensar si se les había escapado algo que les indicara el modo, hasta que el profe Alberto, que normalmente tenía mucha imaginación, dijo en un tono misterioso……- ¿Y si cantamos la canción al revés? Si cantándola como debe de ser todo se encoge, quizás……
Y así lo hicieron todos a la vez:
La ,la, la, la, la
Ya mueren virus los, ja, ja ja.
Mal el sobre predomina bien el.
Ya mueren virus los, ja, ja,ja.
La, la, la, la, la.
Ya crecemos nosotros y.
Entonces, todo comenzó a crecer y todo volvió a la normalidad. Los cuatro amigos se abrazaron y gritaron:
-¡¡Viva, lo hemos conseguido!!
Y así acaba esta historia, pero... ¿alguien sabe lo que pasó con ‘Chucho?…………




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